Imperio kitsch analiza la cultura argentina comprendida entre los años 1989-2015 como un periodo de crisis y de gran producción de imaginarios sociales que pujan por postular una nueva legitimidad simbólica de las capas medias y bajas. A lo largo de estas páginas, se abordan obras literarias de género, el cine, la canción popular, ciertas producciones televisivas y colectivos poéticos determinados, junto a la iconografía religiosa del cambio de milenio, como manifestaciones de un régimen estético que, mientras responde a la lógica transnacional del capitalismo tardío, encuentra en la cultura de la segunda mitad del siglo XX una articulación distintiva entre la economía, la política y las masas.
Ilustrado con viñetas de la serie La mujer desnuda (dibujos de Paula Adamo y textos de Jimena Néspolo), este nuevo libro que presenta la autora mantiene el nivel de densidad y audacia intelectual que hemos valorado en ensayos anteriores. Desde las mencionadas viñetas que –a modo de homenaje– remiten tanto a la obra de Armonía Somers como al film de Lucrecia Martel La mujer sin cabeza, hasta los seis capítulos y la coda final que escanden el texto, Néspolo despliega un análisis profundo y rico en argumentación teórica acerca de las distintas aristas de la estética regente en la cultura del cambio de milenio.
“En el matorral de la prehistoria buscan el árbol totémico de los objetos” –advirtió Walter Benjamin en 1927–; la principal nervadura de ese árbol, sobre el que ha predicado la lingüística y la retórica en tanto teoría del ornatus, ahora sabemos que es el kitsch.